La Vida (II)

18 de octubre de 2008

En la primera parte hablé sobre el aborto. En esta segunda parte, intentaré escribir sobre el propio transcurso de ella, lo que queda entre nacer y morir, por si no me entienden.

Existir/vivir, ésta es para mí la primera distinción que quería hacer. Una piedra existe, no vive, por lo tanto vivir es un concepto que alcanza algo más que estar sentado mirándole el culo a cualquier actriz de la tele (en la Paramount Comedy están echando "La Familia Mata", la serie no me gusta, pero Elena Ballesteros me encanta).

La vida está marcada por la conducta irracional, lo incontrolable; pese a ello el ser humano, en su desarrollo, intenta acotar estos aspectos hasta la nimiedad. Alejándonos de estos podremos dominar nuestra naturaleza con el poder de la razón. Esto se debe al temor irracional que se siente al ver como las cosas se escapan a su entendimiento, tememos lo que no entendemos. Lo curioso es que solo en el caso de superar dicho temor, podemos llegar a aprehenderlo -partiendo de que nuestro intelecto sea capaz-, adquirir conciencia de nuestra potencia.

Crecemos, desde niños, derribando mitos y supersticiones -dependientes de nuestra educación- en nuestro proceso de madurez , nuestro enriquecimiento cultural. A causa de esto, en las sociedades actuales la necesidad de Dios cada vez es menor, lo que Dios aportaba en un pasado se ha superado. No vemos necesario la aparición de un toque divino en nuestra aparición sobre el planeta, de una deidad que marque todas nuestras acciones basadas en el bien/mal, ying/yang... la razón humana ha conseguido superar estos mitos y avanza incansable para descubrir lo desconocido o lo presupuesto (como el LHC).

Todos estos conceptos a la larga se van impregnando en las sociedades venideras, necesita un tiempo de asimilación. Es muy difícil de erradicar un concepto falso ampliamente difundido, por muy estúpido que sea, a corto plazo -las funestas consecuencias de la masturbación podría ser un ejemplo-. Con ello se conforma la cultura de la sociedad que a cada uno le toca vivir que, junto a las condiciones geopolíticas del momento, marcarán definitivamente la vida al individuo externamente.

Al adquirir conciencia de sí mismo, las frustraciones, anhelos y, en general, todo lo inalcanzable marcarán el carácter del individuo durante la adolescencia. Nuestro entorno irá encaminado a suplir lo que no somos capaces de obtener por nosotros mismos: popularidad, reconocimiento, sexo... amor propio... Cada uno sabe sus carencias, aunque casi nadie las reconozca.

PD: La idea era escribir un poco más, pero estoy cansado y tengo poco tiempo libre. Tal vez siga algún día con mis reflexiones sobre lo que nos rodea.

7 comentarios:

Volodia dijo...

Muy bueno

Nelo dijo...

espero que sí. yo no sé si a tu edad lo habría dicho mejor. guay

Nelo dijo...

aunq ahora que recuerdo creo que tengo una especie de relatillo que me marqué sobre los 19 y creo que sí, no sólo es mejor, es definitivo también.

MCN dijo...

Me alegro por ti señor mayor.

Nelo dijo...

se te nota.

Anónimo dijo...

Yo quiero leerlo. Si consigue hacerme reir la mitad de lo que me he reido con este será digno de mi admiración.

MCN dijo...

Gracias. Sé que tengo un gran sentido del humor.