Sangría y escotes

29 de septiembre de 2007


Noche de reencuentros. Cada uno llegó a su hora, unos 10 minutos tarde, otros tan solo 30. Fuimos a cenar, cena poco abundante pero aderezada de una fresca sangría. Realmente la cena importaba poco, me centré en beber sangría, posiblemente lo único de alcohol que probaría en toda la noche, el objetivo era claro.

Las risas se sucedían, cosa que no las mujeres. Cenábamos en un huerto de nabos. En aquellos momentos se corrió el rumor de que aquello iba a cambiar ligeramente. Yo era escéptico, no era plan de hacerse ilusiones. De pronto, se obró el milagro, ya se oían ladrar los perros ávidos de perras, y por partida doble.

La cena acabó, pero era solo el comienzo de lo mejor. Treinta marranos buscando su lodo particular en donde retozar. Nos asentamos en un jardín. Buen rollo, conversaciones estúpidas, botellas, pechos en su jugo; en definitiva, lo deseado.

El siguiente paso fue entrar al campo de batalla, mal llamados discotecas. Buen ambiente, buena compañía, todo andaba bien. Me encontré más gente a la que saludar, lo hice sin emotividad. Cumplí el papel de chico bueno y educado.

Tras momentos de júbilo, caí. No podía ser de otra manera, lo sabía. Cada linda señorita que me rozaba se llevaba, de recuerdo, una dulce caricia en cada nalga. No me gusta discriminar entre la derecha y la izquierda.

Al poco tiempo me cansé del jueguecito. Necesitaba algo más. Alcé la mirada, debía de buscar bien. La encontré, debía ser la elegida, ésta no puede fallar. La más fea de la discoteca, ésa era mi oportunidad. Baja, regordeta y poco pelo. La debe de chupar bien para atreverse a salir así de casa, pensé.

Me acerco a ella con la mirada fija. Poso mi mano izquierda sobre su cintura, la derecha en el brazo opuesto. Me agacho, y le susurro al oído: “Estoy sudando preciosa, ¿quieres que me pegue a ti?”. Gira la cabeza, risa pícara, me lanza un guiño. Empiezo a notar algo extraño, su mano se introduce en mi pantalón, encuentra lo deseado. Entre sonrisas, se despide musitando: “No, gracias”.

15 comentarios:

Perry Mason dijo...

Eres el puto amo!!

La cena estuvo superguapa, me lo pasé de puta madre con vosotros.

Espero que lo volvamos a repetir muy pronto....

;)

MCN dijo...

Sí que estuvo sí.

Ya veremos, a ver si quedamos alguna tarde también.

Navarro dijo...

jajajajaja que bueno.
Saludos

Volodia dijo...

Dejad de haceos pajas unos a otros por dios. Que esto parece el foro de Loka

MCN dijo...

loka?¿
Eso qué es?¿

Dirtymente dijo...

Volodia, el freak de la internec, deja de hacer referencia a foros, y deja de dartelas de entendido de vocabulario wannabe (mirad, soy volodia, jeje)

Volodia dijo...

No me meto contigo hasta que se me pase el efecto de la maravilla de "mi lefa es acido".

Pd- Ultima paja, lo juro

MCN dijo...

Dejad de hacer el marica y trabajad!!!

Anónimo dijo...

Que pasa, que en este foro os comeis el escroto mutuamente sin ni siquiera hacer referencia a ellohir?

MCN dijo...

Sobre todo en este foro...

Volodia dijo...

Dejalo, que vendria de Puta Locura y se lia

MCN dijo...

No deberían dejar salir a esa gentuza de ese foro sin un tratamiento post-traumático después.

La bohême artistique dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
MCN dijo...

Me lo creo.
Ahora que estás en Francia debes descubrir a Michel Houellebecq con su Extension du domaine de la lutte.

Dirtymente dijo...

Y encima me criticaras...