Coños

11 de mayo de 2008

Hablemos hoy de esos triangulitos mágicos que nos vuelven locos, tornando nuestras necedades y miserias en fantasía.

Hay coños que ríen y coños que hablan; hay coños locos, histéricos, en forma de ocarinas y coños lujuriantes, sismográficos, que registran la subida y la bajada de la savia; hay coños caníbales que se abren de par en par como las mandíbulas de una ballena y te tragan vivo; hay también coños masoquistas que se cierran como las ostras y tienen conchas duras y quizás una perla o dos dentro; hay coños ditirámbicos que se ponen a bailar en cuanto se acerca el pene y se empapan de éxtasis; hay coños puercoespines que sueltan sus púas y agitan banderitas en Navidad; hay coños telegráficos que practican el código Morse y dejan la mente llena de puntos y rayas; hay coños políticos que están saturados de ideología y que niegan hasta la menopausia; hay coños vegetativos que no dan respuesta, a no ser que los extirpes de raíz; hay coños religiosos que huelen como los adventistas del Séptimo Día y están llenos de abalorios, gusanos, conchas de almejas, excrementos de oveja y de vez en cuando migas de pan; hay coños mamíferos que están forrados con piel de nutria e hibernan, durante el largo invierno; hay coños navegantes equipados como yates, buenos para solitarios y epilépticos; hay coños glaciales en los que puedes dejar caer estrellas fugaces sin causar el menor temblor; hay coños diversos que se resisten a cualquier clasificación o descripción, con los que te tropiezas una vez en la vida y que te dejan mustio y marcado; hay coños hechos de pura alegría que no tienen nombre ni antecedente y éstos son los mejores de todos, pero, ¿adonde han ido a parar?

Y, por último, existe el coño que lo es todo y a éste vamos a llamarlo supercoño, pues no es de esta tierra, sino de ese país radiante adonde hace mucho tiempo nos invitaron a huir. En él el rocío siempre centellea y las altas cañas se inclinan con el viento. En él vive el gran padre de la fornicación, el Padre Apis, el toro profético que se abrió paso a cornadas hasta el cielo y destruyó a las deidades castradas del bien y del mal.

Trópico de Capricornio, Henry Miller

Supongo que el título también os recuerda un clásico de la música española, por supuesto no me olvidaré de él.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

impresionante. Cómo hacer a una palabra que suena tan mal, ser bella =P

Avathare)

MCN dijo...

Gracias chica por el comment.

Satori-Bit dijo...

Reply, you fail

MCN dijo...

Comentario inteligente y productivo.

Gracias.

Anónimo dijo...

Para ser una entrada que tiene una canción del Chivi pues sí, es bastante productivo.
Bien por tí Satori!! Dame un abrazo

MCN dijo...

Es verdad, la entrada solo consta de eso... El resto es imperceptible para ti.
(Y sí, ti no lleva tilde).

Anónimo dijo...

¿Donde he dicho yo que la entrada solo conste de eso?

MCN dijo...

En ningún momento. Pero en el instante en que tachas la entrada de algo inferior a partir de la parte menos importante de la propia, estás invirtiendo la entrada, tomando lo nimio como la base de tu crítica, la cual queda totalmente fuera de lugar por ello.

Anónimo dijo...

Aja. osea que entiendes lo que te da la gana entender no? ok

MCN dijo...

Es bastante probable aquello que dices, pero hay que reconocer que Chivi es un gran poeta.