Las horas del dia

17 de octubre de 2007


El es Alex Brendemühl. Es actor. Se hizo famoso a raíz del personaje de Abel en “Las horas del día”. Una peli que consideran de culto, pero que sinceramente no tiene nada reseñable. En ella, interpretaba a un hombre tranquilo, treintañero, que vivía con su madre, dueño de una tienda de ropa de barrio, y con una pareja a la que le unía esa mezcla entre rutina y nostalgia. La cuestión es que Abel se dedicaba a asesinar a personas. A los que después violaba. Su gesto hierático apenas cambiaba durante su ritual maléfico.

Las vidas de Abel y Alex desde entonces permanecieron unidas. El mismo decía en una entrevista:

“es verdad que me gustan los personajes complejos, raros, con una psicología interior que haya que investigar… pero tambien es verdad que me acaban agotando, te los llevas a casa, acaban con tus fuerzas….”

“Las horas del día” tienen un aire cadencioso, parece que no cuenta nada. No esta destinada a los que necesitamos constantemente el feedback entre la realidad y nosotros. Recuerda a los periódicos antiguos, a otras formas de comunicación. No explica nada, tampoco la cara de Alex. Todo lo que rodea a la acción es misterioso. Permite crear. Tiene el peligro de que la indiferencia se pose en la creación artística.

Alex se queja desesperadamente de ese encasillamiento. Solo le ofrecen esos papeles. Solo lo ven con esos ojos. En realidad, la vida no es tan diferente a la ficción.

Todos cumplimos nuestro papel y somos encasillados. Una forma sencilla de reducir los recursos que destinamos a la percepción de personas. Una forma fácil de saber responder a ellos. De adaptarnos a sus demandas.

La mayoría de las veces, los encasillados se creen el juego. Responden a las demandas del exterior dentro de ese encasillamiento. No saben salirse de el. Incluso empiezan a actuar en base a el. Temen ser rechazados. Temen que no casen con su realidad, una vez despegados de lo que les hacia esencia.

La vida es compleja. Eso requiere muchos encasillamientos. Las épocas de la vida, los lugares, nuestros interlocutores…etc. son en muchos casos los que marcan nuestros comportamientos. Y nuestros personajes. Seguramente Albert podría no haber matado sino hubiera vivido esa vida. Si fuera capaz de transmitir aquello que sentía. Aunque fuera en papel.
Pero en realidad, cada uno trabaja con una realidad muy concreta. Algunos escapan a otras ciudades donde volver a crear otro personaje, otros se amparan en la libre expresión del loco para cambiarla continuamente. Hay quien recurre a la mentira para sus personajes, otros al sexo, los más a la amistad y el buen gusto. Otros elegimos un blog.

Propongo un juego a nuestros lectores. Hablemos de nuestros encasillamientos. Del folladicto, del pasota, de la puta, del cabron, del político, del melancólico, o incluso del que bebe de todos para estar en todos lados. Hablemos de ellos. Critiquémoslos en base a nuestra moral victoriana para después denunciar lo pernicioso que esos personajes resultan, Y lo aburridos que son.

Por dios, se me olvidaba el machista. Un personaje muy marcado y aceptado socialmente. Esta claro. Juzguémoslo con nuestra moral victoriana . Pero eso si, solo al personaje.

Juzgar a la persona es demasiado escatológico. Las cloacas de cada uno no se deben de abrir.

Yo espero sinceramente encontrarme este año, por primera vez, a todos los que me llaman machista. ¿Dónde? En la manifestación del día de la mujer trabajadora, en las concentraciones contra la violencia de genero. Y eso si, espero verlos escribir en sus blogs- de personas normales y adaptadas al marco social- los datos que dan las estadísticas sobre empleo femenino. El 30% de mujeres que aun mantienen sueldos inferiores a sus pares masculinos desempeñando el mismo trabajo. Y el 70% de ellas que aun trabaja en la economía sumergida, como las inmigrantes del campo de Cartagena, las aparadoras de Elche, o las sirvientas sin contrato que todos tenemos en nuestras casas.

Que cojones. No os exijo que lo colguéis en vuestro sitio. Solo con que lo sepáis.
Si no me entendeis a mi, leed a Reverte

7 comentarios:

MCN dijo...

Demasiado largo tío.
La gente no se molesta en leer tanto, nadie eyacula.
Estamos cayendo en picada.

Se te ha olvidado poner la palabra wannabe por ahí, pegaba.

Me recuerda en parte a lo que escribí hace unos días, si se salen del círculo el rechazo y la soledad pueden destrozar su ánimo, su espíritu. Depresiones y demás...

Volodia dijo...

Si se escribe mierda corta, malo; si se escribe mierda larga, malo.

Deberias aprender una cosa. Los mejores hilos son los que tienen menos respuestas pues a la gente le cuesta mas poner algo. Sube el nivel.

MCN dijo...

Ya, yo pienso lo mismo.
Pero cuando te matas a escribir un buen tocho y nadie se digna, al menos, a decir que está guay o lo que sea, te sientes un poco vacío.

Volodia dijo...

Yo me siento vacio de continuo. Al menos en le terreno sentimental.

PD- Eyaculo bien, gracias.

Anónimo dijo...

A veces el personaje invade a la persona, y el individuo deja de jugar para estar sometido. Me caracteriza, más que a otros incluso, la moral victoriana, así que os espero para juzgaros... Por cierto, mi personaje es el de "chica de bien", aunque para qué mentir todas guardan su puta dentro, y otras no tan dentro..!

Anónimo dijo...

Me gustaria contactar con el autor de esta entrada, me ha gustado mucho, y quisiera quedar con el.

MCN dijo...

El correo de contacto está para algo tal.