Alfonso X

26 de octubre de 2007


Alfonso X, además de un rey, es un largo paseo de Murcia. Va desde la famosa plaza de Santo Domingo hasta la no menos famosa plaza circular. Mucho de los que estáis leyendo esto ya lo sabéis, así que quiero daros mi particular punto de vista de lo que siento al pasear durante alguna noche. Relatar mis emociones y sentimientos al abrigo de sus enormes árboles y sus iluminadas baldosas.

Después de una noche no muy especial, llegó el momento de volver a casa. Pese a intentar convencer a algún infeliz, no fructificó, nos separamos. No me gusta caminar solo por la noche, me hace sentir triste. Caminaba por el centro de la calle, contemplaba la simetría perfecta; todo ello se concentraba al final de la calle, en una estatua.

Antes de llegar al final, me concentraba en pensar en algo bonito, imaginar una situación ficticia, no imposible, pero si irreal en aquellos momentos. No lo conseguía, demasiada soledad imposibilita el hallar felicidad, por mucho que se busque.

Descartada esta opción me dispuse a contemplar las maravillas y crueldades del paseo. Miraba al cielo, pero no lo veía, no había estrellas, sino un sinfín de hojas sobre un fondo oscuro. A mis lados, hileras de coches tapaban la parte triste, y, posiblemente, la más real de todas, los sintecho. Postrados en cajeros, portales, todo tan frío. Deseando levantarse muertos para no tener que soportar una día más, si no, más vino y miseria. Toda la poesía de una gran ciudad concentrada en un simple paseo, eso era lo que sentía.

Pero no siempre todo es así, la noche siguiente volví a salir. La compañía se redujo, mejoró cualitativamente. Cerveza y amor se mezclaron, ya no sabía que bebía. Ambas drogas fluían por mi cuerpo, no sé quien vencía, pero sé quien no, yo.

Volví al paseo, pero ya no habían vagabundos, ni cielos enmarañados, ni alegría a mi alrededor. Todo se concentraba en mí, no, en nosotros. Estaba ciego para la realidad ajena, y sordo. No oía ruidos de motores, ni alcoholizadas voces nocturnas, escuchaba nuestros lentos pasos aderezados por una conversación delatadora. No podía ocultarlo, cada palabra que se desprendía por mi boca lo manifestaba. Ella era la poesía, yo el poeta frustrado que no supo componerla.

14 comentarios:

La bohême artistique dijo...

Estoy sorprendida de que tú escribas eso. Yo también he sentido mil cosas en ese paseo, es muy bonito. En Barcelona hay un tramo de la Gran Vía que me recuerda... pero es más grande, menos techado, el bulevar por donde paseo no pertenece a una simetría en mis ojos.
Poesía, sí, todo lo que forma parte de este mundo es poesía, pero cada cosa está en su clave y hay que descrifrarla. La poesía no se escribe, se pronuncia desde el corazón a la boca, por eso me gusta que no utilices ese verbilucho, además de una sonata de sentimientos que me han hecho sonreír en esta mañana de merde que ha comenzado.

MCN dijo...

Qué tontica eres!
Claro que no lo he escrito yo. Como bien dijo Volodio tengo un mono esclavizado debajo de mi mesa que me pasa los escritos.

Me agrada que te guste, mi mono se siente pleno.

Laja dijo...

Que entrada mas gay, es un puto paseo a secas. Creo que el apodo de tontodromo se lo tiene bien merecido :)
Nunca entendere a los poetas, ven cosas donde no las hay en absoluto, y todo para inspirar sentimientos en los lectores y apartarlos de la realidad: que es un jodido paseo de mierda, baldosas mugrosas, arboles mugrosos, cafeterias mugrosas y gente mugrosa.
Claro que, respeto tu trabajo y dedicacion ;)

MCN dijo...

Qué infeliz soy, me había parecido leer guay en vez de gay.

Anónimo dijo...

Joder, por fin alguien que piensa como yo!!

Laja, abrazame hermano!!

Laja dijo...

Ultimamente me siento compenetrado contigo klose (abstenerse mentes lascivas)

MCN dijo...

Bueno, qué se le va a hacer!
Espero que la próxima os guste más!

Anónimo dijo...

puto españa

MCN dijo...

Un troll!!!
NO!!!!

Anónimo dijo...

Inspirar o transmitir sentimientos en las personas es a mi parecer el objetivo de todo arte, no es ver cosas donde no las hay, sino descubrir cosas donde pensabas que no había, o quizás es sólo una manera de evadirse, de pensar que el mundo y tu vida, no es una mierda, como suele parecer; tal y como has hecho tú durante años con un mugriento mini en tu mano y con un mugriento porro en tu boca, en un callejón mucho más mugriento que el "tontódromo"

MCN dijo...

Oh, gracias!
Veo que tenemos lectores ocultos de nivel.

Anónimo dijo...

Es muy fácil soltar todo eso desde el anonimato. Muy cobarde también.

Anónimo dijo...

Cuando vaya a murcia , si me acuerdo, intentaré pasearme por ese sitio de noche, a ver si un poco de poesía también fluye por mis venas..

muy bonito xD

Sara V.

MCN dijo...

Muchas gracias de nuevo.

Me haces sentir realmente bien.